miércoles, 17 de septiembre de 2014

CONVENTO DE SANTA ISABEL


CONVENTO DE SANTA ISABEL
Se encuentra situado en la calle Hiniesta número 2, fue fundado en 1493 por impulso de Doña Isabel de León, viuda de Don Gonzalo Farfán de los Godos, noble caballero perteneciente a la aristocracia y está dedicado a San Juan Bautista y a la Visitación de la Virgen a Santa Isabel. En él residen las monjas de la Orden de Religiosas Filipenses, aunque anteriormente era la Orden de San Juan la que ostentaba la propiedad. De esta época solo queda un pequeño claustro mudéjar muy transformado.
La portada principal de 1609 sigue el diseño de Alonso de Vandelvira y se abre en un costado de la nave, es de cantería y sigue un esquema compositivo clásico, en su primer cuerpo, un vano adintelado con columnas pareadas y hornacinas en los intercolumnios y en el ático un extraordinario relieve de Andrés de Ocampo que representa la Visitación de la Virgen a Santa Isabel, todo el conjunto se remata con un par de pirámides que realzan su carácter manierista. La espadaña sigue el mismo estilo y está decorada con azulejos en los que se ven los escudos de la Orden de San Juan, ya que primitivamente se albergaron en el convento. Está constituida por dos cuerpos y cuatro vanos con sus correspondientes campanas.
La Iglesia es la típica de cajón de una sola nave y cubierta de cañón con lunetos y en la cabecera bóveda vaída, y  fue proyectada por el mismo arquitecto en 1602. 
Cuenta con un monumental retablo mayor diseñado por Juan de Mesa y terminado en 1624 por el ensamblador Antonio de Santa Cruz.
Las pinturas originales que decoraban este retablo fueron robadas por el Mariscal Soult en 1810, excepto las que se encuentran en el ático, el Nacimiento y San Juan Niño, cuyo autor es Juan del Castillo, por lo que nos permite adivinar que las sustraídas eran del mismo autor, en el centro del ático podemos ver un Calvario.
En el resto de la nave se pueden ver otros retablos de principios del XVII que también gozan de gran calidad artística, en el muro izquierdo nos encontramos con uno rehundido, con pinturas atribuidas a Juan del Castillo y otro de pequeñas dimensiones diseñado por Diego López Bueno de 1612. 
En el muro derecho, junto al presbiterio se puede ver una pintura de una serie que Valdés Leal pintó para los jesuitas, a continuación un retablo en el que destacan las pequeñas figuras de San Pedro y San Pablo atribuidas al círculo de Pedro Roldán que flanquean la imagen de un Nazareno del XVIII, se completa con pinturas de finales del XVII de los Evangelistas. 
 
En el centro del muro hay un sobrio retablo diseñado en 1610 por Juan de Oviedo y terminado por Martínez Montañés, cuenta con columnas corintias policromadas en el que se encuentra el Crucificado de la Misericordia de Juan de Mesa, anteriormente este espacio lo ocupaba una pintura de Francisco Pacheco, el Juicio Final, pero el tristemente recordado Mariscal Soult lo rapiñó como tantas otras obras de arte. 
Por último, otro retablo de 1606 dedicado a San Juan Bautista atribuido a Juan de Remesal, seguidor de Martínez Montañés. 
Actualmente el convento es utilizado por la congregación como colegio femenino y consiguen ingresos extras con las labores de bordado y ornamentos sagrados.

 


No hay comentarios :

Publicar un comentario