martes, 3 de septiembre de 2013

CONVENTO DEL SANTO ÁNGEL


CONVENTO DEL SANTO ÁNGEL
Está situado en la calle Rioja número 23, es un convento de aspecto sobrio fundado en 1587, está regido por la Orden de Carmelitas Descalzos. Su diseño podría deberse a Alonso de Vandelvira, por su traza y las yeserías que adornan sus bóvedas. La Portada tras el compás de entrada es de 1640 y realizada por Pedro Sánchez Falconete al igual que el templo, es de un solo cuerpo y en el dintel figura una cartela con la inscripción latina -ANGELIS SVISDEVS MANDAVIDTE VTCVSTO DIANTTE.INOMNIBVS VIISTVIS- (Dios mandó a sus ángeles para que te custodiasen en todo momento) y por encima, en el remate el Ángel de la Guarda le da protección a un niño.
La Iglesia consta de tres naves con crucero, la nave central tiene bóveda de cañón y las laterales son bóvedas de arista y profusa decoración de yeserías y en el crucero se alza una bóveda semiesférica decorada con un vistoso florón central.
 

El primitivo retablo mayor de 1625 fue destruido durante la invasión francesa, el actual de estilo neoclásico está presidido por un amplio camarín con la Virgen del Carmen y el Niño Jesús, una obra de Cristóbal Ramos de 1780, en plena transición del barroco al neoclásico, es una obra que busca la atención del devoto al abrir sus brazos. Las otras figuras que le acompañan en las calles laterales y en sus respectivas hornacinas son Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz. En el centro del banco hay un templete con el Niño Jesús y a ambos lados las imágenes del Arcángel San Rafael y el Ángel de la Guarda de finales del XVIII de Blas Molner y en el ático un resplandor con el escudo mariano. En los muros del presbiterio una pintura de la Inmaculada que pudiera ser de Juan del Castillo de 1630 y en el lado derecho la Virgen de Guadalupe. El presbiterio se completa con dos ángeles lampadarios de Luisa Roldán, la Roldana.
 
En la cabecera de la nave del Evangelio nos encontramos con la capilla Sacramental, una capilla diseñada por Aníbal González en la que vemos un extraordinario Crucificado de Martínez Montañés de 1617, El Cristo de los Desamparados, está directamente relacionado con el Cristo de la Clemencia que se encuentra en la Sacristía de los Cálices de la Catedral.
Otro de los retablos que levantan una gran devoción es el dedicado al Milagroso Niño Jesús de Praga, la imagen aparece coronada, vestida con ropas imperiales y portando en la mano izquierda el globo terráqueo, es una imagen reciente del sevillano Fernando Aguado, cuyas manos han sabido dar forma a la dulzura encarnada. Las pinturas que aparecen en el retablo son de Díaz Arnido y en el ático el lema de la devoción al Niño Jesús de Praga –Cuanto más me honréis, más os favoreceré-.
El siguiente retablo que llama la atención del espectador, sea devoto o no, es el dedicado a María Santísima de los Siete Dolores, una imagen que muestra la extraordinaria belleza de la Dolorosa, un busto realizado en 2005 por Romero Zafra, mostrando con gran realismo el momento, está flanqueada por las pinturas de dos ángeles pasionarios, uno con la escalera para bajar al Señor de la Cruz y el otro entregando a la Virgen la sábana para envolver el cuerpo de su Hijo.
Otro de los altares que atrae a muchos devotos es el dedicado a San Expedito, abogado de causas difíciles e imposibles, a continuación el de la Virgen de Fátima y María Auxiliadora.
El retablo de San José con el Niño, flanqueados por las tallas de Santa Ana enseñado a leer a la Virgen y San Joaquín, atribuidas al círculo de Pedro Roldán de principios del siglo XVIII.
En resumen, este templo contiene una buena colección de esculturas, todas ellas muy veneradas, cómo el Sagrado Corazón de Jesús, la de San Elías, de Pedro Roldán, y realizada en 1679, la Inmaculada Concepción de Duque Cornejo de 1743 procedente la capilla de los burgaleses del desaparecido convento casa grande de San Francisco.  



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