jueves, 20 de noviembre de 2014

IGLESIA DE SAN BARTOLOMÉ

Está situada en la calle San Bartolomé, 1, en Sevilla
El horario de misas es:
Lunes a Viernes: 09:00 y 19:30 horas
Sábados: 19:30 horas
Domingos: 12:00, 13:00 y 19:30 horas
Tras la Toma de Sevilla el 22 de Noviembre e 1248 y la entrada triunfal en nuestra ciudad del Rey Fernando III de Castilla el 22 de Diciembre de ese año, quedó organizado en la misma, el llamado Cabildo Eclesiástico de la ciudad de Sevilla bajo el título de: DEÁN Y CABILDO DE LA SANTA IGLESIA DE SEVILLA, para que los habitantes de Sevilla, fueran clasificados por su creencia religiosa, los Judíos, el grupo mas numeroso, los Moros, aquellos que no habían querido abandonar la ciudad y los Cristianos el grupo de menor número, en su mayoría procedentes de los territorios conquistados.
Estos tres grupos, vivían separados, mas tarde moros y cristianos se unieron, manteniéndose los judíos aislados, en su mayoría, hasta su expulsión por los Reyes Católicos hacia 1.470. Los judíos, vivieron apartados y separados por una muralla del resto de la ciudad, a este sitio se le conocía cómo Barrio de Juderías, comprendía zonas de vital importancia para desarrollarse cómo las que hoy conocemos por Santa Marta, Santa Cruz, San Nicolás y calle Conde Ibarra, plaza de las Mercedarias y calle Vidrio, hasta la muralla de Sevilla, donde estaba la famosa Puerta de Benahoar, que a finales del siglo XVI, pasó a llamarse Puerta de la Carne. En esta zona o Judería, existían tres Sinagogas; una, en el área que hoy es Plaza de Santa Cruz, que después fue Parroquia y desapareció a principios del siglo XIX, otra en el actual templo de Santa María la Blanca y la tercera, venía a ocupar parte de lo que hoy es Parroquia de San Bartolomé.
El rey Enrique III, quiso que desaparecieran los bienes de los judíos y las tres Sinagogas, concediéndoselas el 9 de Enero de 1.396 a su Justicia Mayor, Don Diego López de Zúñiga y a su Mayordomo, Don Juan Hurtado de Mendoza, concesiones que no llegaron a efectuarse, ya que el Cabildo Secular, de gran poder en dicha época, se incautó de las mismas y se las entregó al Cabildo Catedral, el cual dispuso que como Capillas, quedaran afectas a la Iglesia Catedral de Sevilla las dos primeras, que posteriormente fueron las iglesias de Santa Cruz y de Santa María la Blanca, mientras que la tercera Sinagoga, continuara como tal, quedando por tanto desde 1.331, los pocos judíos que había ya en Sevilla en esta Sinagoga, que posteriormente fue Parroquia del Apóstol San Bartolomé.
El primitivo templo de San Bartolomé, debió estar, donde hoy se encuentra el Convento de la Visitación, las Salesas, y al que los antiguos llamaban San Bartolomé el Viejo, conociéndose su existencia contemporánea a la de los judíos en su Sinagoga y cuyos hechos aparecen reflejados en una concordia de fecha 15 de Septiembre de 1.410, entre el Cabildo de la Santa Iglesia Catedral de Sevilla y los Beneficiados de la Iglesia Parroquial de San Bartolomé, cuyo original se encuentra en los Archivos Catedralicios.
Aproximadamente en el año 1.470, tras la expulsión de los judíos, la antigua Parroquia de San Bartolomé el Viejo, se traslada a lo que era Sinagoga de la Judería, próxima a la muralla de Sevilla y situada entre la llamada Puerta de la Carne y la Puerta Carmona, ejecutándose una serie de obras de adaptación y ampliación, según consta en los documentos de la época, denominándose San Bartolomé el Nuevo, quedando totalmente adaptada al Culto en el año de 1.490, siendo derribado en 1.779. El nuevo templo se terminó en 1.786, siguiendo el diseño de José Echamorro, arquitecto que dirigió su construcción hasta su finalización y en 1.806 se consagró al culto.
 
La fachada exterior es muy sencilla y austera, destacan la torre y la portada que se abre en el muro del Evangelio, cuenta con un frontón recto, hay otra puerta simétrica en el muro contrario de menor relevancia, responde a los modelos clasicistas de fines del siglo XVIII, con el uso de pilastras toscanas. La torre, que se ubica a los pies de este muro, posee un entablamento dórico en su caña y por encima se sitúa un cuerpo de campanas alternando columnas y pilastras sin remate alguno. 
A la izquierda de la portada se encuentra un retablo cerámico de Facundo Peláez de Cerámicas Santa Ana, con la imagen de la Virgen de la Alegría, este encargo se realizó en 1972 para conmemorar el tercer centenario de la fundación de la Hermandad de la Alegría, la Virgen aparece con su manto granate, corona y ráfagas, iluminado por sendos faroles de forja. 
 
Nos adentramos al interior del templo por la nave del Evangelio, y vemos una planta en forma de cruz latina, cuenta con tres naves separadas por pilares cruciformes, la nave central es de doble anchura que las laterales y está cubierta por una bóveda de cañón con lunetos y arcos fajones siendo muy luminosa y las laterales por bóvedas de arista. En esas naves laterales y en la cabecera se sitúan unas pequeñas capillas. Al ser de menor altura proporcionan luz a la nave central. El  crucero se cubre con una cúpula sobre tambor muy luminosa y a los pies el coro con el órgano en alto y el sotocoro. 
 
 
 
El Retablo Mayor neoclásico de principios del XIX está compuesto por banco, un cuerpo con tres calles y ático. Está presidido por la imagen de San Bartolomé y flanqueado por San Juan Nepomuceno con el Crucifijo y San Cayetano con el Niño en brazos, ambos del XVII. Por debajo se encuentra la imagen de la misma época de la Virgen con el Niño. En el ático encontramos a la Santísima Trinidad también del XVII. 
 
 
 
 
 
 
 
  
 
A la izquierda del presbiterio se sitúa la Capilla de la Virgen de la Alegría, esta imagen del siglo XVI está atribuida a Roque Balduque, se encuentra en un retablo neoclásico de plata flanqueada por San Joaquín y Santa Ana, ambas del XIX. En torno a esta imagen de la Virgen se creó una hermandad cuyas reglas datan de 1672, siendo la primera en realizar el rosario cantado que pasó a llamarse Rosario de la Alegría. Esta Hermandad se fusionó con las hermandades existentes en ese templo parroquial, la de las Ánimas Benditas del Purgatorio, la de la Santa Cruz, la del Santísimo Cristo de las Ánimas y la de Nuestra Señora de los Dolores origen de la actual y en 1972 se fusionó con la Sacramental. 
 
 
 
 
En su interior destacan la simpecadera, una hornacina a modo de vitrina que aloja el Simpecado del Rosario y los candelabros del XVIII. En el muro contrario se encuentra el busto del Beato Manuel González García, obispo de Málaga y de Palencia, nacido en el barrio y bautizado en esta parroquia, fue un gran impulsor de las escuelas y catequesis parroquiales.
 
 
 
Al lado de esta Capilla, en la nave del Evangelio, se encuentra la Capilla Sacramental, cuenta con una reja de forja renacentista del siglo XVII con elementos de decoración dorados. 
 
 
 
El retablo de la mitad de ese mismo siglo es barroco de madera sin dorar, como podría esperarse, con columnas pareadas estriadas, en el centro se encuentra el grupo escultórico de la Piedad del siglo XVI y autor desconocido, es un grupo que muestra una gran expresividad y dramatismo, a ambos lados se encuentran tallas de la segunda mitad del XVII, San Juan de la Cruz y San Antonio de Padua a la derecha y San Francisco de Asís y San Ignacio de Loyola en el lado izquierdo. 
 
 
En el ático vemos un relieve de la misma época de la Imposición de la casulla a San Ildefonso. Es destacable el Sagrario, donado por doña María de Arellano en 1630, copia del que Francisco de Alfaro realizó para el retablo mayor de la Catedral y posiblemente también sea de su autoría. A la derecha se encuentra la lauda sepulcral de mármol policromo de 1643 de don Fernando López, de su mujer doña María de Arellano y su hija doña Catalina. La decoración interior se completa con los lienzos Esteban Márquez, seguidor de Murillo, que representan a Cristo Salvador y una Dolorosa.
Continuamos por ese testero y tras pasar la puerta de entrada nos encontramos con la Capilla Bautismal, solo destaca su pila bautismal de mármol blanco y la placa que indica que Miguel Mañara fue bautizado en este lugar. En el testero a los pies de la nave se encuentra un lienzo de grandes proporciones de la Asunción de la Virgen realizado por Ignacio de Ríes en 1661.
 
 
 
A la derecha del presbiterio se encuentra la Capilla del Corazón de Jesús, tras una reja de forja se encuentra el retablo neoclásico de escaso interés, está presidido por el Sagrado Corazón de Jesús y flanqueado por San Cayetano y San Jerónimo, en el ático un relieve representa a Jesús Resucitado ascendiendo a los cielos.
 
 
 
 
 
En la Epístola se encuentra la Capilla de San José, al igual que las anteriores se encuentra limitada por una reja de forja, en su interior nos encontramos con un retablo neoclásico en blanco presidido por la imagen del siglo XVII de San José con el Niño en brazos, a ambos lados se encuentran las imágenes de Santa Águeda y Santa Lucía, del resto poco que destacar excepto las lápidas de enterramiento entre las que se encuentra a los pies del retablo la de Luis Montoto, político y cronista oficial de la ciudad y demás miembros de su familia.
 
 
 
 
 
 
Continuando por esa nave de la Epístola llegamos al Altar de la Ánimas, en donde se encuentra el Santísimo Cristo de las Ánimas, una imagen de Fernando de Uceda del XVI realizada en pasta de papel. A sus pies se encuentra Ntra. Sra. de la Salvación, su autor se descubrió en una restauración al encontrarse en su interior el contrato firmado por Cristóbal Ramos para realizar esta obra.
 
 
 
 
A los pies del Templo se encuentra el Coro alto y su órgano, procedente del extinto convento de San Agustín, está considerado entre los de mayor riqueza armónica de Europa. En el sotocoro, separado de la nave central por un arco rebajado, se puede ver una espléndida sillería en caoba adosaba a la pared.
Y con esto terminamos nuestra visita, pero...

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...si quieres saber más sobre la Virgen de la Alegría y de la Hermandad que la tiene de Titular, a continuación relato un poco su historia, el origen no está basado en datos documentales, forma parte de la leyenda y de la tradición.
Cómo no existen datos probados del origen de esta imagen de Nuestra Señora de la Alegría, la tradición asegura, en el prólogo de una antigua novena, escrita por el religioso capuchino Fray Carlos del Puerto, según consta en antiguas escrituras y segurísimas tradiciones, hacia el año 113 de la era cristiana, fue llevada de oriente a Roma y después traída a España, por un monje llamado Romano, griego de nacimiento, una Imagen de la Santísima Virgen, que fue colocada en una Capilla en las inmediaciones de la ciudad de Mérida.
En el año 714, con motivo de la invasión árabe, esta Imagen fue trasladada y escondida en unos montes cercanos a la ciudad. Nada más se conoce de dicha Imagen, ni por tradición, ni por relatos o documentos, relacionándola con lo siguiente: "Sobre el año de 1.482, unos pastores que se encontraban en las inmediaciones de Mérida, observan unos resplandores que salen al parecer de una gruta y queriendo informarse del motivo de ello, se acercan y descubren la existencia de una bella Imagen de la Virgen, a la que desde el primer momento, le dan culto y veneración.
Informado del hallazgo el Rey Fernando V, el Católico, fue a visitarla y prendado de la belleza de la misma, mandó que fuera incorporada a su Capilla Real, para darle culto conservándola hasta su fallecimiento en 1.516.
Fue donada en su testamento a su Mayordomo y Caballerizo Mayor, Don Nuño Núñez, por la mucha devoción que demostraba hacia tan singular Imagen, con ocasión de un viaje a Sevilla de Carlos I, el citado Mayordomo le acompaña trayendo consigo la Imagen de la Virgen y solicitando que fuera expuesta a su veneración en la Iglesia de San Bartolomé, donde la situaron en una Capilla colateral al lado del Evangelio, desde dicha fecha, año de 1.526, queda probado que recibe devoción y cultos.
Una de las demostraciones del referido culto a Nuestra Señora de la Alegría en dicho siglo, es la Bula expedida por Su Santidad el Papa, Gregorio XIII, de fecha 11 de Enero de 1.573, que tras aprobar el Jubileo e Indulgencia Plenaria, que los Santos Padres Pio IV y Pio V, habían concedido a dicha Capilla dedicada a San Juan Evangelista, concede nuevo Jubileo Toties Quoties, a perpetuidad, declarando en la misma, que si bien se venera en dicha Capilla, San Juan Evangelista, es más conocida como Capilla de Nuestra Señora de la Alegría.
Es constante la veneración de esta Imagen de Nuestra Señora de la Alegría, siendo su principal característica, la devoción al Santo Rosario, que establece la costumbre de rezarlo diariamente ante Nuestra Señora de la Alegría a la puesta del Sol.
En el año de 1.672, aparece la primera asociación en su honor, con el título de Congregación de la Madre de Dios de la Alegría, cuyas Reglas o Constituciones, fueron aprobadas por el Dr. Don Gregorio de Bastán y Aróstegui, Provisor Vicario General de Sevilla y por el Ilmo. Sr. Don Ambrosio de Spínola y Guzmán, Arzobispo de Sevilla en Decreto del 16 de Mayo de 1.672.
Es de destacar el preámbulo fundacional, que dice: "Dedicamos Regla y Hermanos, a la protección de la Santísima Virgen Madre de Dios. A la del Apóstol Gloriosísimo San Bartolomé y del Santo Rey Don Fernando, como Co-patronos de esta Congregación."
El abandono en la conservación de esta Capilla tan antigua, por parte de los sucesores de don Hernando de Almansa, hace que la misma, por donación explícita de sus propietarios, pase a la propiedad de la Congregación, la que realiza grandes obras de ornato y conservación a sus expensas y pasando ya definitivamente, en el año de 1.678, la Santísima Virgen de la Alegría, al lugar preferente de dicha Capilla, quedando constituida como la Patrona de este popular Barrio de San Bartolomé, antiguo de la Judería y cuyos moradores la veneraron siempre con singular cariño y devoción.
La gran devoción al Santo Rosario, que siempre demostraron los hermanos y devotos de Nuestra Señora de la Alegría, le hace figurar en el puesto más destacado en esta devoción, que tanto alentó en Sevilla, el inolvidable, Fray Pedro de Santa María Ulloa, dominico del Convento de San Pablo, fallecido el día 6 de Junio de 1.690 y precisamente el 17 de Junio de dicho año, fecha en la que se celebraron las solemnes Honras Fúnebres por Fray Pedro, organizadas por el Cabildo de la Iglesia de San Pablo, nuestra Hermandad, sale cantando públicamente por las calles y plazas de nuestra ciudad de Sevilla el Santo Rosario, portando Cruz de Guía con grandes faroles encendidos y el Simpecado llamado del Rosario, siendo por ello, la primera Hermandad o Asociación, que en Sevilla y en España entera, saliera públicamente cantando estas plegarias en honor de Nuestra Señora.
La obra Anales de Matute, nos relata estos hechos y el ejemplo dado por la Hermandad de Nuestra Señora de la Alegría, fue secundada a partir de los seis días siguientes, por otras Hermandades o Asociaciones, hasta un número de ochenta y una, continuando todos los años, en 1.735 se contaba con cuarenta y siete Rosarios de mujeres.
En 10 de Diciembre de 1.731, bajo el título de Cofradía y Hermandad del Santísimo Rosario de Nuestra Señora de la Alegría, son aprobadas nuevas Reglas de Hermandad por el Excmo. Sr. Rvdo. Don  Luis de Salcedo Azcona, Arzobispo de Sevilla.
En 1.736, se instituye la Asociación de Señoras, dentro de la misma Hermandad, para rezar diariamente el Santo Rosario, al igual que el Sermón de Pasión en la tarde del Domingo de Ramos y el Santo Rosario en Ejercicio de Vía Crucis, hasta la Cruz del Campo.
Tiene la Hermandad un periodo de decaimiento, coincidiendo con los hechos políticos del siglo XIX, resurgiendo con gran fuerza en los años veinte, por la inolvidable labor del que llegó a ser Hermano Mayor y Gran Benefactor, Don Joaquín Llorente, que realzó enormemente el culto, hizo grandes e inigualables obras a sus expensas, que hoy son tesoros de la Hermandad y la llenó de incontables gracias espirituales y agregaciones a otras Congregaciones y Órdenes religiosas.
A propuesta del Hermano Mayor, Don Joaquín Llorente, con fecha 29 de Julio de 1.827, el Cabildo General de la Hermandad, aprueba nuevas Reglas y Estatutos, bajo el título de Hermandad de Nuestra Señora María Santísima de la Alegría, las que con la aprobación del Arzobispado de Sevilla, son presentadas al Real y Supremo Consejo de Castilla, que las aprueba por Real Decreto de fecha 23 de Febrero de 1.828.
Grandes han sido los cultos en honor de Nuestra Señora de la Alegría, pero principalmente han destacado, la Solemne Novena celebrada cada año, la Función Principal de Instituto, la procesión con la Santísima Virgen y el rezo cantado del Rosario por las calles de la feligresía.
La fecha de celebración del culto principal de Novena y Función de Instituto, se ha venido celebrando en distintas fechas. Desde casi su fundación y hasta 1.710, se hacían coincidir con la festividad de la Asunción, en el mes de Agosto y posteriormente se traslada al mes de Octubre, para coincidir con la festividad del Santo Rosario. En los años 1.763, 1.764 y 1.765, se celebró en Junio, posteriormente al mes de Agosto, hasta que en el año de 1.776, nuevamente se pasa a Junio, para hacerlo coincidir con el primer Rosario Público.
La salida procesional de la Santísima Virgen, siempre ha sido por las calles de feligresía y limítrofes, pero en el año de 1.950, con motivo de la Proclamación del Dogma de la Asunción de la Virgen, por Su Santidad el Papa Pio XII, el Emmo. y Rvdmo. Sr. Cardenal, Don Pedro Segura y Sáez, Arzobispo de Sevilla, organizó una magna procesión, con imágenes Dolorosas y de Gloria, de la Santísima Virgen, siendo una de las designadas la de Nuestra Señora María Santísima de la Alegría, el 12 de Noviembre a la Santa Iglesia Catedral Metropolitana y Patriarcal de Sevilla.
Con fecha 13 de Mayo de 1.972, por Decreto del Emmo. y Rvdmo. Cardenal Arzobispo de Sevilla, se ordena la fusión a todos los efectos, con la Hermandad Sacramental, aprobándose las nuevas Reglas el 2 de Noviembre del mismo año, bajo el título de Ilustre Hermandad del Santísimo Sacramento, Nuestra Señora María Santísima de la Alegría y Ánimas Benditas, quedando de esta forma fusionadas en una sola todas las Hermandades.
Ante el gran resurgir de las Hermandades y la necesidad de adecuar las Reglas y Estatutos a las disposiciones actuales de la Santa Iglesia, derivadas del Concilio Vaticano II y la situación del mundo actual, el Excmo. e Ilustrísimo Señor Don Carlos Amigo Vallejo, Cardenal Arzobispo de Sevilla, aprueba nuevas Normas Diocesanas para Hermandades y Cofradías, con fecha 29 de Junio de 1.985, por las que dispone la adecuación de las Reglas de todas las Hermandades a esta disposición o confección de nuevas.
El Cabildo General Extraordinario de la Hermandad convocado al efecto, reunido en fecha 13 de Mayo de 1.986, aprueba las Nuevas Reglas, bajo el título de Real e Ilustre Hermandad del Santísimo Sacramento, Nuestra Señora María Santísima de la Alegría y Ánimas Benditas, las que son aprobadas por Decreto del Ilustrísimo Señor Vicario General del Arzobispado en fecha 14 de Noviembre de 1.987.

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