domingo, 18 de enero de 2015

IGLESIA DE SAN ANDRÉS







Está situada en la Plaza de San Andrés s/n en Sevilla
El horario de misas es:
Lunes a Viernes: 19:00 horas
Sábados: 19:00 horas
Domingos: 11:30 y 13:00 horas


La Iglesia parroquial de San Andrés, se encuentra intramuros de la ciudad, el conjunto se encuentra delimitado por la calle Daoíz, calle a la que da la fachada principal situada a los pies, la del Evangelio con la calle San Andrés, la de la cabecera con la calle Angostillos y la de la Epístola con la Plaza de San Andrés. Cerca se encuentra el convento de San Pedro de Alcántara, el Hospital del Pozo Santo, la capilla de San Andrés, la Iglesia de la Anunciación y la parroquia de San Martín.
Como otros templos está integrado por elementos góticos y mudéjares. Sus orígenes se remontan a la mitad del siglo XIV, aunque se cree que el primitivo templo fuera fundado por el propio Rey Fernando III de Castilla. A lo largo del tiempo ha sufrido distintas transformaciones cómo la realizada a finales del XV y la del último cuarto del XVIII, en la que el prestigioso arquitecto Pedro de Rivas dirigió una importante restauración afectando solamente a los distintos retablos. Algunas de estas intervenciones llevaron al cegamiento de vanos, lo cual le confiere una cierta penumbra a su interior. Es de planta rectangular con tres naves sostenidas por pilares cruciformes y cubiertas por techumbres de madera, siendo la de la nave central a dos aguas. El ábside se cubre con una bóveda de crucería.
Consta de tres portadas, la situada a los pies es la principal y la de mayor tamaño, consta de un vano ojival abocinado, propio del gótico, la arquivolta superior se decora con puntas de diamantes y sobre ella se sitúa una hornacina con la representación de Dios Padre. El conjunto se remata con una cornisa sostenida por canecillos en forma de cabeza de león, a la izquierda se encuentra un apóstol, posiblemente se trate de San Andrés, ambas figuras se puede precisar que son del siglo XV, en esa fachada a la derecha se encuentra una lápida que nos recuerda que el pintor mas barroco de la Escuela Sevillana, Juan de Valdés Leal, se encuentra enterrado en esta iglesia.
 
 


La fachada de la calle San Andrés, es la más alterada del edificio, ya que se compone de una serie de añadidos posteriores que han intentado integrarse en el conjunto. Por un lado encontramos las dependencias de la sacristía y al lado la capilla del Sagrado Corazón que conserva al exterior los merlones escalonados, tras ésta encontramos un espacio retranqueado que ha sido unificado mediante la construcción de una portada protegida por reja de forja. Se estructura en torno a un gran vano de medio punto con pilastras toscanas almohadilladas. Está rematada por un frontón curvo partido, en cuyo centro se sitúa un vano de medio punto que cobija la imagen de la Inmaculada.


La fachada de la Plaza de San Andrés es la que presenta más superposición de volúmenes, ya que integra capillas, retranqueo de la portada de la Epístola, el machón de la torre-espadaña, las cúpulas de las capillas y la cabecera, rematados por merlones escalonados. La portada es de traza muy sencilla, se configurara en torno a un simple vano con arco escarzano.
La fachada de la cabecera que da a la calle Angostillo, se articula en torno al ábside poligonal, que presenta los contrafuertes que lo estructuran, entre los que se distribuyen las ventanas ojivales.
La torre inacabada se encuentra situada junto a la capilla de Santa Marta. Es de estructura mudéjar y planta cuadrada, a la que se adosa exteriormente la caja de escalera rematada en cupulín. Presenta dos cuerpos, la caña o fuste cuyos primeros tramos se encuentran realizados con sillares pétreos presenta un vano a modo de tronera, dividiéndose del cuerpo superior por una hilada de ladrillos horizontales. El cuerpo alto de la caña solo presenta un vano escarzano, rematándose el conjunto por una terraza en la que se ha dispuesto una gran espadaña que aloja tres campanas.
La espadaña consta de un solo cuerpo y tres vanos de medio punto, siendo los de los extremos de menor altura que el central, protegido por baranda de forja, con impostas y enmarcados por alfices. En las jambas se disponen pilastras pareadas en ambos laterales sin basa ni capitel y otras dos sobre el vano principal. Sobre la cornisa se despliega un frontón triangular con remates en sus laterales. Del centro emerge un vano rectangular ciego rematado por una cornisa curva, donde se asienta una bola truncada que soporta una cruz y veleta de forja.

Como se dijo anteriormente, su planta está formada por tres naves siendo la central de doble anchura que las laterales. El Retablo Mayor realizado en la primera mitad del siglo XVIII por Felipe Fernández del Castillo y Benito Hita del Castillo. Está formado por banco, un amplio cuerpo con tres calles separadas por columnas y un ático con estípites. Está presidido en su calle central por la imagen de la Inmaculada, una preciosa obra de Jerónimo Hernández de 1570, posiblemente perteneciera a un antiguo retablo. Por encima se encuentra la imagen de San Andrés y en el ático rematando el conjunto Santa Bárbara. En las calles laterales se encuentran San Pedro y San Pablo y flanqueando a Santa Bárbara son San Roque y un santo sacerdote.
 
 
 
  
 
 
 

En la cabecera de la nave del Evangelio se encuentra el retablo del XVIII con una Dolorosa del último tercio de ese siglo en su hornacina central, está atribuida a Benito Hita del Castillo, uno de los autores del Retablo Mayor, está flanqueada por San Francisco de Paula y San Francisco de Borja, en el ático Santo Domingo de Guzmán.
 
 
 
 

A continuación nos encontramos con la capilla del Sagrado Corazón, imagen del siglo XIX, su retablo y la decoración de su estancia es neogótica, el retablo cuenta con pinturas de Virgilio Mattoni de principios del XX, cuenta con sillerías del XVIII.
 
 
 
 

En ese mismo testero nos encontramos con el retablo del XVIII de San José con el Niño, ambas imágenes son de gran calidad aunque su autoría se desconoce, a ambos lados se encuentran San Rafael Arcángel y San Cayetano.
 
 
 
 

Tras pasar una de las entradas, nos encontramos con el retablo de la Inmaculada, está datado en 1587 y realizado por Andrés Castillejo, cuenta con pinturas de Alonso Vázquez. La imagen central de la Inmaculada es de la misma época que el retablo y está tallada por Gaspar Núñez Delgado. En el ático aparece la pintura sobre tabla de Dios Padre.
 
 
 
 
 

A los pies de esa nave nos encontramos con el retablo de un Crucificado, el Cristo de la Buena Muerte, una bellísima imagen del XVII, se encuentran a ambos San Juan Nepomuceno y el Beato Juan de Ávila.
 
 
 

En la cabecera de la nave de la Epístola podemos ver la Capilla Sacramental ricamente decorada con pinturas al fresco atribuidas a Valdés Leal o a su hijo Lucas, se encuentra presidida por el retablo de la Virgen del Rosario atribuido al maestro de la retablística Bernardo Simón de Pineda en el siglo XVII, la imagen de la Virgen que se encuentra en la hornacina central es una de las escasas obras realizadas por Valdés Leal, está tallada en madera y policromada.
 
 
 
  
 

En el banco se encuentra el magnifico Sagrario de plata de ley, tiene forma de templete y en su puerta se representa la Última Cena como origen de la Eucaristía, está rematado por la figura de la Fe portando el cáliz y la cruz. Está atribuida su autoría a Fernando Amat y Garay a finales del XVIII.
Siguiendo esa nave de la Epístola se encuentra la Capilla de las Imágenes con los Titulares de la Hermandad de Santa Marta, última de las hermandades gremiales creada en 1948 por los Hosteleros sevillanos, está compuesta por dos estancias de estilo mudéjar y bóvedas ochavadas. En el primer espacio nos encontramos a Santa Marta sobre una peana bajo un arco ciego apuntado, es obra de Sebastián Santos Rojas, el resto de la imágenes que representan el misterio son de Ortega Bru y se encuentran presidiendo la siguiente estancia.
 
  
 
 
En ese testero se encuentra una imagen de la Virgen del Carmen datada en el XVIII.
 
 
Tras pasar la puerta de entrada nos encontramos con un grupo escultórico de la Educación de la Virgen, con la Virgen, Santa Ana y San Joaquín y a continuación se abre la Capilla Bautismal, es de origen medieval, se cubre con una bóveda de crucería simple muy apuntada, cuyas nervaduras arrancan de ménsulas en forma de cabezas, aquí se encuentra enterrado el Obispo de Mondoñedo Don Jerónimo Suarez Maldonado fallecido en 1545. Presenta un altar neoclásico, presidido por una pintura que representa La Santísima Trinidad.
 
A los pies de la nave de la Epístola se encuentra el altar de la Virgen de Araceli, esta imagen fue realizada en 1944 por Castillo Lastrucci.
 

Antes de marcharnos hemos de echar un vistazo al órgano y al coro y al rico patrimonio pictórico que cuelga de sus paredes.
 
 
 
 
 
 
 


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